Chile se encamina a una segunda vuelta presidencial tras los resultados de las elecciones generales celebradas este domingo 17 de noviembre de 2025. Ninguno de los candidatos logró superar el 50% de los votos requeridos, dejando en la contienda a dos figuras con proyectos de nación diametralmente opuestos: la candidata de la izquierda progresista, Camila Jara, y el aspirante de la ultraderecha, José Antonio Kast.
Con un alto nivel de participación, los resultados oficiales confirmaron que el país se encuentra profundamente dividido. El enfrentamiento de la segunda vuelta, o balotaje, se llevará a cabo el próximo 15 de diciembre de 2025.
Jara y Kast: Dos Polos Opuestos
La candidata Camila Jara (Izquierda Progresista) se posicionó como una de las favoritas gracias a un discurso centrado en la justicia social, la profundización de los derechos sociales, la reforma del sistema de pensiones heredado de la dictadura, y un fuerte enfoque en políticas de género y medioambiente. Su proyecto busca consolidar las transformaciones iniciadas en el proceso constituyente.
Por otro lado, José Antonio Kast (Ultraconservador), líder del Partido Republicano, ha cimentado su base de apoyo en una plataforma que promete “orden y seguridad”. Sus propuestas incluyen una fuerte postura anti-inmigración, mano dura contra la delincuencia, una reducción drástica del aparato estatal, y una defensa de los valores tradicionales. Kast representa a la derecha más conservadora y nostálgica del orden previo a las reformas sociales.
El Desafío de los Votos Intermedios
Los candidatos que quedaron fuera de la contienda en esta primera vuelta, representando al centro y a la derecha tradicional moderada, ahora se convierten en los actores clave. Sus votantes son determinantes para inclinar la balanza en el balotaje.
Se espera que las próximas cuatro semanas estén marcadas por intensas negociaciones y llamados a la unidad por parte de Jara y Kast para captar el voto del centro político y de aquellos desencantados con las dos opciones más extremas.
La atención no solo recae en la presidencia. Las elecciones legislativas que se realizaron simultáneamente también dibujaron un panorama complejo en el Congreso. La composición del nuevo parlamento será crucial para la gobernabilidad del futuro presidente o presidenta, obligando a cualquiera de los dos finalistas a construir amplios acuerdos políticos para poder impulsar sus reformas.
El 15 de diciembre, Chile definirá si opta por un giro hacia la izquierda, impulsando mayores cambios estructurales, o por una contención ultraconservadora que prioriza la seguridad y la reducción estatal.
Con información de EFE