La jornada de protesta de este fin de semana en la Ciudad de México, protagonizada mayoritariamente por miembros de la denominada “Generación Z” y diversos colectivos, se convirtió en un evento de alto impacto social. La manifestación, que se distinguió por una convocatoria masiva y un alto nivel de organización inicial, escaló en un severo enfrentamiento con los cuerpos de seguridad.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) confirmó que catorce elementos de la policía de la capital resultaron heridos y permanecen como policías CDMX hospitalizados debido a las lesiones sufridas durante los disturbios. Los choques se produjeron cuando grupos minoritarios se separaron de la protesta pacífica e iniciaron una serie de actos vandálicos y agresiones directas contra el muro de contención policial.
La Escalada de Violencia y el Eco de 1968
El saldo de catorce policías CDMX hospitalizados subraya un nivel de confrontación que no se veía en marchas recientes en la capital. El uso de objetos contundentes, proyectiles y la respuesta de las fuerzas del orden generaron un ambiente de tensión inédito para muchos observadores.
Diversos analistas y medios han comparado la intensidad del enfrentamiento con episodios de gran polarización social, evocando las tensiones y la represión vistas en el movimiento estudiantil de 1968. Si bien el contexto es distinto, el nivel de choque directo entre la juventud manifestante y el aparato de seguridad ha encendido una señal de alarma sobre el manejo del descontento social por parte de las autoridades. La preocupación se centra en la fractura creciente entre las nuevas generaciones y las instituciones de gobierno.
Reacciones Oficiales ante la Confrontación
Tras los disturbios y la confirmación de policías CDMX hospitalizados, las figuras políticas emitieron declaraciones condenando los actos violentos y asegurando la atención médica a los heridos, manteniendo la línea de que la manifestación pacífica fue secuestrada por grupos violentos.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lamentó los hechos y reafirmó el compromiso de su administración con la integridad de los elementos de seguridad. A través de un comunicado, la mandataria instruyó que los policías CDMX hospitalizados reciban el máximo apoyo médico y logico, reiterando que la violencia no es una forma legítima de protesta y que se investigarán los hechos para deslindar responsabilidades.
Por su parte, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña utilizó su plataforma para condenar las agresiones. Noroña enfatizó la necesidad de que el derecho a manifestarse no vulnere el Estado de Derecho ni la integridad de quienes cumplen con su deber. Sus comentarios reflejan la postura de una parte del espectro político que exige orden y castigo a los responsables de los actos vandálicos.
La SSC informó que las investigaciones están en curso para identificar a los agresores y reiteró que, a pesar de los incidentes, se actuó bajo protocolos de contención para evitar una escalada aún mayor. La mayoría de los elementos heridos, aunque delicados, se esperan que sean dados de alta en los próximos días.
