Tlacolula de Matamoros, un municipio de profunda tradición en el Valle de Oaxaca, se viste de fiesta nuevamente, extendiendo sus celebraciones dedicadas a los fieles difuntos con el inicio de los Responsos Tlacolula Matamoros. Estos festejos, que se llevan a cabo del 17 al 19 de noviembre de 2025, representan la culminación cultural del ciclo de Día de Muertos y una oportunidad única para la convivencia familiar en el panteón municipal.
Si bien la celebración de Días de Muertos en Tlacolula se distingue por la recepción a “chicos y grandes” los días 1, 2 y 3 de noviembre, la cultura popular actual ha tendido a limitar la festividad formal hasta el día 2. Sin embargo, la tradición del responso Tlacolula Matamoros preserva la esencia del encuentro. Un responso, en su significado original, es una petición de oración por el alma de un difunto, una práctica que en Tlacolula se ha transformado en una vibrante romería de tres días.
El Corazón de la Fiesta: Música, Comparsas y el Panteón
Los festejos iniciaron este lunes con la salida de comparsas que recorren las principales calles del municipio antes de dirigirse al panteón municipal. Esta costumbre transforma el camposanto en un centro de alegría comunitaria donde la tristeza se diluye con la música, las risas y el reencuentro de familias que se reúnen para “convivir un rato con los que ya no están con nosotros”, como dicta la tradición popular.
Las comparsas no solo amenizan las calles sino que culminan sus recorridos en el panteón, visitando las tumbas de sus integrantes para rendir homenaje y compartir el espíritu festivo. A pesar de que el rito religioso del responso ha disminuido su solicitud debido a la poca participación de los sacerdotes actuales, la costumbre de visitar y pasar tiempo de calidad con los seres queridos sigue más fuerte que nunca.
Gastronomía Única: Del Mole al Tamal de Conejo
La gastronomía es un pilar fundamental en los Responsos Tlacolula Matamoros. Las convivencias familiares giran en torno a los platillos más emblemáticos de la región, que son compartidos entre los asistentes o consumidos en los puestos improvisados que se instalan en las calles aledañas al panteón.
Entre las delicias que se pueden disfrutar, destacan:
- Tlayudas: El manjar oaxaqueño por excelencia.
- Mole: Servido en diversas preparaciones, reflejando la riqueza culinaria.
- Tamales de Amarillo: El sabor tradicional y constante de las fiestas oaxaqueñas.
- Tamales de Conejo: Considerado una exquisitez y una oportunidad única, ya que este tamal no se encuentra fácilmente el resto del año, siendo un sello distintivo de los Responsos Tlacolula Matamoros.
El tradicional mezcal y diversas bebidas se suman al menú, convirtiendo la visita al panteón en un verdadero festín. Los asistentes locales suelen llevar sus propios alimentos, pero también disfrutan de la amplia oferta de puestos de comida y bebidas que atienden a los cientos de visitantes esperados.
Logística y Recomendaciones para Asistentes
Debido a la gran afluencia de personas que visitan el panteón municipal en estos días, las autoridades locales han implementado cierres viales en la zona para garantizar la seguridad de los peatones.
La circulación se encuentra completamente cerrada en las siguientes áreas:
- Francisco Javier Mina: Desde Mártires de Tacubaya hasta la misma calle Francisco Javier Mina.
- Morelos: Desde Allende hasta Francisco Javier Mina.
Se recomienda a los visitantes tomar precauciones viales y utilizar vías alternas. Para la comodidad de quienes acuden al cementerio, se ha habilitado una zona de estacionamiento amplia a un costado de las oficinas del INE, sobre la calle Francisco Javier Mina.
Para disfrutar plenamente de la convivencia, especialmente durante las comparsas que se extienden hasta la noche, las autoridades sugieren a los asistentes tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: llevar repelente para insectos, portar una silla o banco firme para mayor comodidad, y abrigarse adecuadamente, ya que las temperaturas pueden descender al caer la tarde en esta época del año. Los Responsos Tlacolula Matamoros son, en definitiva, una invitación a vivir la memoria de forma festiva y única.
