Elon Musk, el magnate detrás de Tesla y SpaceX, ha manifestado públicamente su descontento con el ambicioso proyecto fiscal y presupuestario impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, conocido como el “One Big Beautiful Bill Act”.
En una entrevista con el programa CBS Sunday Morning, cuya transmisión completa está programada para el 1 de junio de 2025, Musk criticó que la legislación, aprobada por un estrecho margen en la Cámara de Representantes el 22 de mayo, aumenta significativamente el déficit presupuestario y contradice los objetivos de reducción de gasto que él promovió como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
“Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, no solo lo reduce, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE”, afirmó Musk.
El proyecto, que ahora enfrenta un camino complicado en el Senado, busca extender las exenciones fiscales implementadas durante el primer mandato de Trump (2017-2021), introducir nuevas rebajas impositivas y aumentar los fondos para seguridad fronteriza y la ejecución de políticas migratorias estrictas, incluyendo deportaciones masivas.
Sin embargo, según el Congressional Budget Office, estas medidas podrían añadir hasta 3.8 billones de dólares al déficit federal en la próxima década, un punto que ha generado críticas entre conservadores fiscales como los senadores Ron Johnson y Rand Paul. Musk, quien se apartó recientemente de su rol activo en DOGE para enfocarse en sus empresas, también expresó un comentario irónico sobre el nombre del proyecto: “Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas”.
Durante su tiempo al frente de DOGE, Musk lideró esfuerzos para recortar hasta 2 billones de dólares del presupuesto federal, eliminando programas, reduciendo la fuerza laboral gubernamental y cancelando contratos, con un estimado de 175 mil millones de dólares ahorrados hasta abril de 2025, aunque estas cifras han sido cuestionadas por falta de evidencia sólida.
Sin embargo, sus iniciativas, como el cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), han enfrentado críticas y demandas legales por posibles violaciones a protocolos y protecciones laborales. La postura de Musk refleja una creciente distancia con Trump, a quien apoyó con más de 250 millones de dólares durante su campaña de reelección, especialmente tras el impacto negativo en las ventas de Tesla debido a su rol político.
El debate sobre el proyecto fiscal resalta las tensiones entre las promesas de Trump de recortes fiscales y el objetivo de Musk de reducir el déficit, que alcanzó 1.8 billones de dólares en 2024. Mientras el Senado evalúa la legislación, las críticas de Musk podrían influir en los ajustes al proyecto, especialmente entre republicanos preocupados por el impacto fiscal a largo plazo.
