El conflicto entre Washington y Caracas ha entrado en una nueva fase que se define por una dualidad brutal: la diplomacia de último recurso contra la amenaza de confrontación militar. Mientras Nicolás Maduro se prepara para la defensa, el Presidente Donald Trump ha puesto dos caminos diametralmente opuestos sobre la mesa.
La Advertencia de Maduro: “Defenderemos Cada Palmo”
Nicolás Maduro apareció en uniforme camuflado durante una multitudinaria marcha cívico-militar en Caracas, utilizando la simbología militar para elevar la postura defensiva de su régimen. El acto conmemoraba el bicentenario de la entrega de la Espada del Perú a Simón Bolívar, pero fue, en esencia, una exhibición de fuerza dirigida al exterior.
Desde el Patio de Honor de la Academia Militar en Fuerte Tiuna, Maduro lanzó un mensaje desafiante contra lo que denominó “agresión imperialista”:
“Nosotros tenemos que ser capaces de defender cada palmo de esta tierra bendita ante cualquier amenaza o agresión imperialista, venga de donde venga y cuando venga”.
El líder chavista advirtió a sus comandantes: “Prohibido fallar en esta coyuntura decisiva para la existencia de la República”. En respuesta al despliegue militar sin precedentes de Washington en el Caribe, Maduro activó el “Plan Independencia 200”, movilizando a casi 200,000 efectivos y exhibiendo sistemas de defensa aérea y cazas Su-30. El gobierno también presumió que más de 8 millones de personas se alistaron en la Milicia Bolivariana, en un intento de proyectar unidad y capacidad de resistencia total.
El Ultimátum de Trump: “Por las Buenas o por las Malas”
La respuesta de Washington llegó desde el Air Force One, donde el Presidente Donald Trump confirmó que evalúa sentarse a negociar directamente con Nicolás Maduro, a pesar de que su administración acaba de designar al Cártel de los Soles como organización terrorista.
Al ser cuestionado sobre el sinsentido de negociar con alguien a quien se acaba de etiquetar como terrorista, la respuesta de Trump fue escalofriante y directa:
“Si podemos salvar vidas, si podemos hacer las cosas por las buenas, está bien, y si tenemos que hacerlo por las malas, también está bien.”
El Presidente insinuó que el objetivo final es obvio sin necesidad de explicarlo: “Probablemente deberían saber cuál es el objetivo”. Trump acusó al régimen venezolano de enviar “millones de personas” a Estados Unidos y de exportar grupos criminales. La paradoja del Maduro Trump ultimátum militar es que la diplomacia se ofrece en el contexto de una fuerza militar abrumadora.
Contexto de la Máxima Presión
La tensión entre ambos líderes se refleja en las cifras del despliegue militar estadounidense:
- Despliegue Naval: La Operación Lanza del Sur desplegó más de 12 buques de guerra y 15,000 soldados.
- Armamento Aéreo: Los cazas F-18 Super Hornet del portaaviones USS Gerald Ford (el más grande de la flota) sobrevuelan por segundo día consecutivo cerca de Venezuela.
- Consecuencias Humanitarias: La Administración Federal de Aviación (FAA) emitió una alerta que califica el espacio aéreo venezolano como “potencialmente peligroso”, llevando a aerolíneas internacionales a cancelar vuelos.
- Bajas: Más de 80 personas han muerto en operaciones antidroga de EE. UU. en el mar, que Washington atribuye a narcolanchas del Cártel de los Soles.
La pregunta clave que flota en el Caribe es si la demostración de fuerza de Maduro y el Plan Independencia 200 son suficientes para disuadir a Washington, o si el líder venezolano se verá forzado a aceptar el camino de la negociación con Trump para evitar la confrontación directa.
