Los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron un acuerdo binacional de cooperación con el objetivo de trazar una ruta definitiva para la resolución de la crisis de contaminación generada por las descargas de aguas residuales en el Río Tijuana. El convenio, anunciado este lunes 15 de diciembre de 2025, establece una hoja de ruta con acciones conjuntas que involucran inversiones significativas y un esquema de vigilancia constante en la zona fronteriza.
La problemática de las aguas negras en el Río Tijuana es un tema histórico que ha afectado la salud pública y ambiental tanto en Baja California (México) como en el condado de San Diego (Estados Unidos), provocando cierres recurrentes de playas y poniendo en riesgo los ecosistemas marinos.
Contexto: Un Problema Transfronterizo de Salud Pública
El Río Tijuana, que cruza la frontera y desemboca en el Pacífico, ha sido durante décadas un punto crítico de contaminación debido a fallas en la infraestructura de saneamiento y al crecimiento demográfico de la región fronteriza. Las autoridades de ambos países reconocieron la urgencia de coordinar esfuerzos, pues la solución requiere intervenciones simultáneas en ambos lados de la línea divisoria.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México señaló que el acuerdo es el resultado de varios meses de negociaciones a nivel técnico y diplomático, que buscan blindar la región ante los efectos adversos del desbordamiento de aguas negras, especialmente durante la temporada de lluvias.
El Plan de Acción Conjunto: Infraestructura y Monitoreo
El plan de acción suscrito por las autoridades traza una ruta con tres pilares fundamentales, todos basados en la responsabilidad compartida:
- Infraestructura: El acuerdo incluye el compromiso de destinar recursos económicos para la rehabilitación, expansión y construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales en ambos lados de la frontera. Las autoridades indicaron que estas obras buscan aumentar la capacidad de saneamiento para manejar el volumen actual de descargas y la previsión de crecimiento poblacional.
- Investigación y Tecnología: Se establece la creación de equipos binacionales de científicos e ingenieros que trabajarán para desarrollar tecnologías de saneamiento más eficientes y resistentes a las condiciones geográficas y climáticas de la región.
- Monitoreo y Vigilancia: El convenio exige la implementación de un sistema de monitoreo en tiempo real de la calidad del agua del Río Tijuana y la zona costera. Este sistema permitirá a las autoridades mexicanas y estadounidenses compartir datos de manera instantánea, facilitando una respuesta rápida ante cualquier descarga o derrame accidental.
Declaraciones Verificables y Proyecciones
Un vocero de la Secretaría de Salud federal aclaró que la implementación de este plan “es un paso decisivo para proteger la salud de las comunidades fronterizas, que históricamente han sufrido las consecuencias de la contaminación”.
La Cancillería de México, por su parte, destacó que el acuerdo no solo es un logro ambiental, sino un avance en la diplomacia bilateral, demostrando que México y Estados Unidos pueden coordinarse eficazmente en temas complejos de impacto regional.
Aunque el acuerdo no especifica los montos exactos de la inversión, las autoridades mencionaron que los recursos provendrán de fondos federales y estatales de ambos países, así como de posibles líneas de crédito internacionales dedicadas a proyectos de infraestructura sostenible. La ejecución del plan comenzará de inmediato con la fase de ingeniería y diseño, y se espera que las obras de infraestructura más grandes inicien a mediados del año 2026.
