El ajedrez comercial de México se complejiza tras la aprobación de la Ley de Impuestos Generales de Importación y Exportación (LIGIE), que permite aplicar nuevas tarifas a productos extranjeros. Ante la repercusión internacional, la Presidenta Claudia Sheinbaum intervino directamente para asegurar que la medida no debe interpretarse como una confrontación geopolítica. La mandataria enfatizó que el incremento de aranceles “no está dirigida a China”, y su propósito es defender la base manufacturera del país.
La jefa del Ejecutivo aclaró que la acción legislativa, que permite elevar los aranceles a más de un millar de productos de China y otros países asiáticos con los que México no tiene tratados de libre comercio, es una herramienta de defensa comercial necesaria para evitar prácticas de dumping que perjudican a las industrias locales, como el acero, el textil y el calzado. El mensaje presidencial busca evitar que la decisión sea vista como un alineamiento total con la guerra comercial de Estados Unidos.
La Diplomacia de la Aclaración: Ebrard como Vocero
Para manejar la comunicación de esta delicada decisión, la Presidenta Sheinbaum anunció que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, estará informando de este tema para detallar el alcance de la ley y los criterios de aplicación.
El rol de Ebrard es crucial. Su experiencia en negociaciones internacionales le permitirá explicar que el aumento arancelario (que puede ir del 5% al 50%) es una respuesta técnica a la competencia desleal y no una política punitiva específica contra China. La estrategia de comunicación del gobierno es asegurar a Beijing que México valora la inversión asiática y busca mantener una relación comercial estable, pero con reglas claras que protejan la producción nacional.
El Secretario de Economía deberá desglosar las fracciones arancelarias afectadas y justificar por qué la subida es indispensable para proteger la inversión interna que llega con el fenómeno del nearshoring. La meta es blindar a las empresas que deciden instalarse en México para exportar a América del Norte de la competencia asiática subsidiada.
La Protección ante el Nearshoring
El aumento arancelario es una pieza fundamental en la estrategia de nearshoring de México. Las empresas que relocalizan su producción en el país, especialmente las proveedoras del T-MEC, exigen un campo de juego justo. Si la industria mexicana (particularmente la cadena de suministro) se ve erosionada por el dumping de productos a bajo costo, el atractivo de México como plataforma de producción se debilita.
Al aplicar aranceles a productos asiáticos sin tratado, México envía una señal clara a los inversores del T-MEC: se compromete a proteger la cadena de valor regional. La MÉXICO DEFIENDE ARANCELES INDUSTRIA es la clave para que la inversión extranjera que llega al país vea garantizada la rentabilidad de su operación y evite la fuga de capitales por la competencia desleal.
Riesgos y el Contexto Geopolítico
A pesar de las aclaraciones de la Presidenta, la medida conlleva riesgos. China es el segundo socio comercial de México y una fuente importante de inversión directa. Un paso en falso podría generar fricciones diplomáticas o incluso aranceles de represalia.
Sin embargo, el gobierno mexicano parece haber sopesado los riesgos y ha optado por la defensa industrial. La justificación técnica, que se centrará en el daño a sectores específicos y la necesidad de mantener el equilibrio comercial, será la herramienta principal de Ebrard para asegurar que el mensaje de Sheinbaum —que el arancel no es un ataque sino una defensa— sea aceptado por los socios internacionales, manteniendo la estabilidad en la relación bilateral con China. La implementación de la nueva LIGIE, a partir del 1 de enero, será vigilada de cerca por todos los actores del comercio global.