Hoy, 1 de diciembre, el mundo conmemora el DÍA MUNDIAL LUCHA CONTRA EL SIDA, una fecha dedicada a concienciar sobre la pandemia del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), recordar a los fallecidos y celebrar los espectaculares avances científicos que han transformado la enfermedad de una sentencia de muerte a una condición crónica manejable. La comunidad científica y las organizaciones de salud recalcan que, si bien la investigación ha triunfado, la batalla social contra el estigma y la discriminación está lejos de ser ganada.
El mayor logro de las últimas décadas es la evolución del tratamiento antirretroviral (TAR). Este tratamiento ha permitido a las personas con VIH suprimir la carga viral a niveles indetectables. El concepto científico “Indetectable = Intransmisible” (I=I o U=U, por sus siglas en inglés) es hoy el pilar de la salud pública moderna. Si una persona que vive con VIH mantiene una carga viral indetectable gracias al TAR, el virus no puede ser transmitido sexualmente a otras personas.
El Triunfo de la Ciencia: Una Vida Plena y Larga
El acceso al tratamiento antirretroviral ha cambiado radicalmente la esperanza y la calidad de vida de millones de personas. El TAR no solo detiene la progresión del VIH a SIDA, sino que restaura el sistema inmunológico, permitiendo a los pacientes llevar vidas largas, saludables y plenas, similares a las de cualquier otra persona con una enfermedad crónica. La OMS y ONUSIDA celebran que millones de personas acceden a estos tratamientos vitales, pero insisten en la necesidad de ampliar la cobertura, especialmente en regiones de bajos ingresos y entre poblaciones vulnerables.
Sin embargo, los avances médicos contrastan con la lentitud del progreso social. La principal barrera para la erradicación de la transmisión del VIH sigue siendo el estigma. El miedo al rechazo, a la discriminación laboral y al juicio social disuade a muchas personas de realizarse la prueba de detección o de buscar tratamiento. Por ello, el mensaje de las campañas de concienciación en este DÍA MUNDIAL LUCHA CONTRA EL SIDA se enfoca tanto en la prevención médica (con el uso de PrEP y TAR) como en la prevención social, luchando por la ‘Cero Discriminación’.
Desafíos Pendientes: La Brecha de la Prevención y el Diagnóstico Tardío
A pesar de la existencia de pruebas rápidas y eficaces y de la Terapia de Profilaxis Pre-Exposición (PrEP), que reduce drásticamente el riesgo de infección en personas negativas, el diagnóstico tardío sigue siendo un problema grave. Muchas personas solo descubren que viven con VIH cuando la infección ya ha avanzado a una etapa crítica, lo que dificulta el tratamiento y aumenta los riesgos de salud.
Las políticas de salud pública deben redoblar los esfuerzos en la detección temprana, promoviendo la realización rutinaria de pruebas en centros de salud y hospitales. La clave para poner fin a la pandemia, tal como lo plantea la agenda 95-95-95 de ONUSIDA, es lograr que el 95% de las personas que viven con VIH conozcan su estado, que el 95% de ellas reciban tratamiento y que el 95% de ellas logren una carga viral indetectable. El DÍA MUNDIAL LUCHA CONTRA EL SIDA es un recordatorio de que, aunque la cura total aún no se ha logrado, las herramientas para detener la epidemia existen y son accesibles.
Los expertos subrayan que la prevención no es solo una responsabilidad individual. Los gobiernos deben asegurar el acceso universal y gratuito a la PrEP y a los tratamientos. La lucha contra el VIH/SIDA es ahora, más que nunca, una tarea de derechos humanos y de justicia social, donde la ciencia ha entregado las soluciones y la sociedad debe entregar la empatía necesaria para implementarlas sin barreras. La erradicación total de la pandemia pasa inevitablemente por desmantelar el miedo y el prejuicio que aún rodean a esta enfermedad.
